2023 se presenta como un año de estabilización del mercado inmobiliario después de un 2022 que marcó un nuevo récord en inversiones. El atractivo del mercado español en Europa y el resto del mundo permite que algunos sectores sean muy atractivos para los inversores.

Aunque las inversiones en viviendas siguen consolidadas como un valor seguro, los verdaderos protagonistas de este 2023 serán el build to rent, los data centers y los activos relacionados con el sector sociosanitario.

España tiene un papel clave en el futuro de los data centers gracias a su posición geográfica entre dos continentes. Además, la llegada del cable interoceánico que conecta Cataluña con América, Asia y África y la gran penetración de las energías renovables hace que los mercados internacionales tengan puesto el foco en nuestro país.

La sostenibilidad, uno de los retos del sector inmobiliario

El sector del Real Estate lleva años transformando su modelo productivo aplicando criterios de sostenibilidad, innovación y de respeto al medio ambiente. Se calcula que la industria inmobiliaria y de la construcción consume el 40% de la energía y genera el 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por esta razón, es primordial que las empresas pongan el foco en la edificación sostenible, la reducción drástica de las emisiones de CO2 y la descarbonización.

Uno de los primeros aspectos a valorar es el ahorro energético en las nuevas construcciones y valorar reformas en aquellas viviendas más antiguas para adaptarse a los nuevos estándares. El sector inmobiliario tiene el deber de adelantarse a las regulaciones que posiblemente se realicen en los próximos años a nivel nacional y europeo para garantizar estos edificios sostenibles.
Las empresas de real estate que quieran mantener su posición en el mercado y tener éxito están obligadas a actuar de forma responsable. Por tanto, es momento de tomar las medidas adecuadas para generar un impacto positivo en el medio ambiente y prepararse para un futuro verde y carbono-neutral.